miércoles, 23 de junio de 2010

Ralph Tyler (1902 – 1994)

El modelo de los objetivos de aprendizaje desarrollado por Ralph Tyler en la década del 30 (el cual fue en su origen un proceso ubicado en la escuela secundaria para planear el currículo durante la época de la posguerra con la finalidad de satisfacer las necesidades del creciente número de estudiantes que en años anteriores no habían podido asistir a la escuela primaria) y la metodología del diseño experimental tuvieron un impacto significativo y duradero en las concepciones del desarrollo curricular y en su evaluación. De hecho, para los años 60 el modelo de los objetivos de aprendizaje se había convertido en una poderosa tecnología de la construcción del currículo, mientras que los diseños experimentales suministraban el recurso metodológico para realizar estudios comparativos sobre su efectividad y la de los métodos de enseñanza. Juntos formaban la metodología tradicional de la evaluación educativa.

Principales contribuciones al desarrollo instruccional
En la metodología desarrollada por Tyler educar era cambiar los patrones de conducta de los estudiantes; de donde se derivaba que el currículo podía ser construido a través de la especificación de conductas deseables.

La evaluación consistía, simplemente, en la comprobación del logro de los objetivos.
En 1949 Ralph Tyler cambió el sentido de la evaluación de las habilidades de los individuos al diseño del currículo. Éste ya no era una forma para reconocer el aprendizaje de los individuos, sino que se convirtió en un medio para conocer el grado en que las intenciones del currículo se alcanzaban en la práctica. La evaluación era fundamentalmente el proceso para determinar en qué medida los objetivos educativos eran logrados por el programa del currículo y la enseñanza, este proceso sería luego conocido como “evaluación formativa”.



El modelo de Tyler:
En la década del 30 durante una asamblea bastante confusa sobre planeamiento del currículo en el cual se debatían propuestas contradictorias para su lineamiento el doctor R.W. TYLER afirma que debería existir un sistema de pensamiento al respecto. A continuación de dicha Asamblea comenzó a elaborar un esquema con el objeto de establecer una secuencia de pasos para formular y un ordenamiento de medidas que habrían de observarse en el planeamiento del currículo. Sus ideas fueron plasmadas en la obra “Principios Básicos del Currículo”, publicada en 1949 por la Universidad de Chicago, donde se desempeñó como profesor y decano de la división de Ciencias Sociales. En la misma plantea dos conceptos básicos, uno acerca de su obra y otro dirigido a los lectores.
Respecto del primero señala que su obra no es un libro de texto, ni tampoco un manual para preparar el currículo. En relación a los lectores presenta una manera de encarar los programas de estudios, sin intención hegemónica, invitándolos a examinar otras propuestas y a encarar la tarea personal y creativa de elaborar un currículo propio y oficial.

Afirma Tyler que los docentes deberán interrogarse sobre:
Los fines de la escuela
Las experiencias educativas
La forma de comprobar el logro de los objetivos propuestos.
Con todos estos elementos quien planifica debe responder al menos cuatro preguntas básicas, según la visión del currículo de Ralph Tyler.
- ¿Qué aprendizaje se quiere que los alumnos logren? (objetivos).
- ¿Mediante qué situaciones de aprendizaje podrá lograrse dichos aprendizajes? (actividades).
- ¿Qué recursos se utilizará para ello? (recursos didácticos).
- ¿Cómo evaluaré si efectivamente los alumnos han aprendido dichos objetivos? (evaluación).

Existen formas muy diferentes de organizar estos cuatro aspectos según el peso y prioridad que se le asigne a cada uno de ellos. Se suele iniciar la planificación definiendo los objetivos de aprendizaje, pues, permiten concretizar la intencionalidad o finalidad del acto educativo y en esa medida supeditan los demás elementos como medios para esos fines.

Los objetivos educativos deben ser derivados de estudios sistemáticos acerca de los estudiantes, de estudios de la vida contemporánea en sociedad y de análisis de los temas de estudio realizados por especialistas. Estas tres fuentes de objetivos se deben visualizar según la filosofía de la institución educativa y del conocimiento disponible sobre sicología del aprendizaje. Luego los objetivos así derivados deben ser especificados en la forma más precisa y menos ambigua posible, de tal manera que puedan emprenderse esfuerzos de evaluación para determinar en qué medida se han alcanzado.

Con relación a las experiencias educativas los planificadores deben determinar cuáles experiencias que tengan probabilidad de lograr estos objetivos pueden facilitarse. Luego, se verifica la consistencia entre las posibles experiencias y los objetivos así como la economía.

Una vez determinadas las experiencias, el planificador debe organizarlas. Tyler recomienda que exista una secuencia de experiencias dentro de cada campo y una integración de conocimientos entre los diversos campos que requiere el currículo.

Finalmente, el planificador debe determinar si los propósitos educativos están siendo conseguidos. Así, se desarrollan instrumentos de evaluación objetivos (exámenes, muestras de trabajo, cuestionarios y registros escolares) para verificar la efectividad del currículo.
La elaboración del modelo de Tyler, generó en el campo educativo un paradigma pedagógico que acompañó a la educación durante un largo período y como los paradigmas responden a un momento socio-histórico, al desactualizarse evidencian las contradicciones de su propia configuración frente a otras propuestas y otros momentos socio-culturales.

Educar era cambiar los patrones de conducta de los estudiantes; de donde se derivaba que el currículum podía ser construido a través de la especificación de conductas deseables. La evaluación consistía, simplemente, en la verificación del logro de los objetivos.
La generación de la descripción propuesta por Tyler, Metfessel, Michael, Suchman se orienta a lo que se conoce como evaluación de programas: el evaluador es concebido como un descriptor que ayuda a seleccionar, organizar y formular objetivos educativos, estrategias de instrucción y procedimientos evaluativos. Dentro de esta generación nace la taxonomía de los objetivos educativos de Benjamín Bloom y las tablas de especificaciones.

Ralph Tyler “Principios básicos del curriculum”
Esta obra constituyo un hito importante dentro del campo del currículo, en tanto ordena lo producido hasta el momento de su publicación en 1949, presentando un enfoque técnico para la elaboración racional-deductiva del curriculum, a partir de la formulación de cuatro preguntas fundamentales relacionadas con los fines de la escuela, las experiencias educativas, la organización de las experiencias y la comprobación de los objetivos, que deberían sr contestadas para desarrollar cualquier currículum o curso de enseñanza.
Tyler sugirió métodos para estudiar estas interrogantes y un método racional para examinar los problemas del curriculum y la enseñanza. Para planificar el programa de enseñanza planteo como imprescindible tener alguna idea de sus metas y que todos los aspectos del programa sean, en realidad, medios para realizar los propósitos básicos de la educación. Las metas estarán ligadas a los juicios de valor de las autoridades docentes, por lo que hará falta una filosofía amplia de la educación que sirva de guía para la fo0rmulacion de esos juicios.

Procedimiento para evaluar un programa, de acuerdo con Tyler:
El enfoque de Tyler se mueve racional y sistemáticamente a través de estos pasos relacionados entre sí:
Comenzar con los objetivos conductuales que han sido previamente determinados. Estos objetivos deben especificar tanto el contenido del aprendizaje y la conducta del estudiante que se espera. Deben estar familiarizados con las Fuentes de información.
2. Identificar las situaciones que brindan a los estudiantes la oportunidad de expresar el comportamiento señalado en el objetivo y que provoque el aumento de ese comportamiento.
3. Seleccionar, modificar o construir evaluaciones viables, instrumentos y revisar si estos son objetivos, confiables y válidos.
4. Seleccionar, modificar o construir evaluaciones viables, instrumentos y revisar si estos son objetivos, confiables y válidos.
Compare los resultados obtenidos de los diversos instrumentos, después de ciertos periodos de manera de estimar la cantidad de cambios que se han dado.
Analice los resultados para determinar las fortalezas y necesidades del currículo y para identificar posibles explicaciones acerca de las razones para ese particular patrón de fortalezas y necesidades.
Use los resultados para hacer las modificaciones necesarias al currículo.


La estrategia de Tyler permitía también que el evaluador pudiera examinar los datos más relevantes del proceso (Evaluación formativa) mediante el cual se desarrolla el programa. Por este aspecto, potencialmente valioso, nunca fue promulgado por Tyler ni puesto en práctica por sus seguidores inmediatos.
BIBLIOGRAFÍA

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